Jorge Rafael Videla. Ha muerto.
Os copio este párrafo de la wikipedia: “José Alfredo Martínez de Hoz condujo la economía durante toda la presidencia de Videla. Sus medidas económicas, basadas en la apertura de los mercados y la liberalización de la legislación laboral vigente, contribuyeron al desmantelamiento de los sindicatos y la polarización de las diferencias clasistas. Debido a la eliminación de las barreras arancelarias, la caída de la producción industrial y el saldo negativo de la situación exterior de Argentina durante el Proceso, el valor nominal de la deuda externa se multiplicó. Todo esto en beneficio de los grandes grupos económicos multinacionales y locales, que vieron acrecentadas sus ganancias enormemente gracias a dicho endeudamiento, que en lugar de ser destinado por el gobierno a inversiones productivas, fue destinado a la especulación financiera, promoviendo una moneda sobrevaluada (mediante un mecanismo conocido como “la tablita”) que permitió al capital más concentrado del país hacer grandes negociados en la “timba financiera”, en detrimento de la industria, cosa que por otro lado llevó a un crecimiento de la brecha entre ricos y pobres. Esta deuda es acrecentada todavía más en 1982, cuando Domingo Felipe Cavallo, como presidente del Banco Central, decide licuar (estatizando) la deuda de dichos grandes grupos perjudicando al Estado y a la sociedad. Ademas, se estatizó la empresa CIAE.”
¿Os suena de algo?
¿Que por qué traigo ahora esta noticia que parece que no ha sido tan relevante, no lo suficientemente comentada? – Porque tiene todo que ver con lo que nos está pasando en España, con la sistemática destrucción de todo el tejido productivo. El de verdad, el de la fuerza del trabajo, reduciéndolo al mínimo indispensable en esta voracidad suicida.
Jorge Rafael Videla ha muerto, ha muerto como dios manda, entre rejas. No era un ser despreciable, porque ningún ser humano es despreciable (por eso mismo estoy en contra de la pena de muerte). Era, y es, para lo que pueda seguir representando, un hombre miserable. Ha muerto donde le tocaba morir, donde la dignidad de la inmensa mayoría del pueblo de una nación lo encarceló haciéndolo responsable de sus crímenes y de su megalomanía mesiánica. Lo encarceló usando las todavía precarias herramientas de una justicia que ya va comenzando a caminar de pie, irguiéndose sobre sus propios pies.
¡Cuánto tarda la justicia! ¡Treinta años, más o menos un año por cada mil muertos y desaparecidos!
Pero la lenta justicia, en esa racional sinrazón de recuperar el rostro colectivo incluso perdiendo tantos rostros singulares desterrados de las líneas de las sentencias aplicadas, más pronto, más tarde, llega, cual renovada estación purificadora y cierra su mano ciega sobre algunos lesos criminales, dejándonos inevitablemente el mensaje verdadero: “LOS PUEBLOS, LAS MAYORÍAS SOCIALES, SON LA RAZÓN DE JUSTICIA PARA ESOS MISMOS PUEBLOS”
Preocupáos, preocupémonos, nada será fácil ni será un regalo. Pero tenemos que saber, tenemos que ser conscientes de que estos miserables, más pronto que tarde, tendrán que hacerse responsables del daño tremendo que están causando. Nadie detenta el privilegio de estar por encima de los pueblos.
“… mejor se ponen sombreros
que el aire viene de gloria,
si no los despeina el viento
los va a despeinar la historia.”
(Los Olimareños – Cielo del 69)
Un abrazo
Por: Carlos Mª Herrera (@CarlosMHerrera1)
↧
↧
Trending Articles
More Pages to Explore .....